martes, 14 de febrero de 2012

Centro cultural Gabriel García Márquez y Rogelio Salmona







Por: Pedro Basto

El centro cultural Gabriel García Márquez que se ubica en el centro de Bogotá, a pocos pasos de la plaza de Bolívar, de la biblioteca Luis Ángel Arango y la Casa de la Moneda, y exactamente en la calle de la Enseñanza o calle 11entre carreras quinta y sexta, en el barrio de la Candelaria. Cesar Aguilar, gerente del Fondo de Cultura Económica afirma que este es un lugar que se creó para que la familia estuviera reunida en torno a una variedad de libros y en un ambiente luminoso y donde se pudiera comer algo.


Pese a ser una construcción moderna, el centro cultural tiene una historia de su ubicación, pues desde el periódo de la colonia y en 1770 se construyó el claustro de la Enseñanza, donde las mujeres podían acceder a la educación. A su alrededor se construyó también la iglesia de la enseñanza, en el costado oriental, y en 1886 se inauguró la primera escuela de bellas artes del país.

El palacio de justicia se construyó por la demolición de la iglesia y del claustro hacia el año de 1920, que luego en el “Bogotazo”, en 1948 se incendiaría junto con otras edificaciones, convirtiendo este predio en un parqueadero público.

El Fondo de Cultura Económica (FCE) colombiano adquiriría el ya entonces parqueadero y encargaría al arquitecto –ahora fallecido- Rogelio Salmona para el diseño de el centro cultural en el año 2003. Para hace 4 años, es decir en el 2005 se empezaría la construcción del centro cultural y terminada e inaugurada en enero del 2008, así empezó la historia de lo que ahora conocemos como el centro cultural Gabriel García Márquez.

El Centro Cultural es creado por el fondo de cultura económico de México para resaltar la obra del premio Nobel de literatura colombiano Gabriel García Márquez.  Este se destaca por su arquitectura, moderna y de espacios abiertos, pues desde la librería se puede apreciar el espacio peatonal, que pasa por su alrededor.

Rogelio Salmona1

Este arquitecto colombiano nacido en 1929, es reconocido como uno de los mejores arquitectos de Latinoamérica. Inició su formación en la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, la cual tuvo que dejar por un viaje a París, donde duraría diez años. Cuando regresó a Colombia formó parte de un grupo de arquitectos distinguidos y por encargo del Banco Central Hipotecario realizó la obra de un conjunto de edificios en El Polo en 1959.

En los setenta Salmona realiza obras como la del colegio de la universidad libre, y la sede para la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Este arquitecto desarrolló nuevos proyectos exploratorios en torno a la arquitectura, y que definieron su reconocimiento. El uso de ladrillo que el mismo mandaba a hacer, dió un toque local a las construcciones de su autoría, tal el caso del Centro Cultural.

Ganó el premio Nacional de Arquitectura con el Museo Quimbaya en Armenia en 1984, al cual aplicó un estilo amplio de rampas y terrazas, como espacios libres.

Otras de sus obras reconocidas son el Eje Ambiental, el Archivo Histórico de la Nación, la urbanización Nueva Santafé, la Biblioteca Virgilio Barco y el edificio de Posgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional. Su última construcción fue sin duda el Centro Cultural Gabriel García Márquez de la que afirmó: “el Centro Cultural Gabriel García Márquez, una obra abierta al conocimiento y a la cultura”.

Salmona propuso para la construcción del centro, espacios abiertos, andenes, rampas, terrazas, plazoletas y rotondas luminosidad que muestren la belleza de lo que hay alrededor del espectador, recorridos de agua, grandes espacios libres, para que la arquitectura sea vista, una arquitectura urbana respetuosa –como afirmó él mismo- también que la construcción fuera en sí un símbolo y un nuevo significado, bello y alegre para el goce.

Se diseño un proyecto en un sitio perfecto, que fuera histórico, pero que a la vez la construcción fuera contemporánea con ciertas características arquitectónicas. 9000 metros cuadrados son los construidos para la cultura, y el color habano de su concreto lo hace muy particular.
En su interior existe un auditorio para más de 300 personas, un área de exhibición con alrededor de 200 metros cuadrados, más de mil metros de librería donde se pueden encontrar más de 50 mil libros, además cuenta con un café y restaurante como también una disquera, y un área para las oficinas del FCE de México.

Referencias
- fotografía: eltiempo.com

1 comentario:

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